En esta clase de religión titulada “La obra de Dios debe continuar”, orientada a cuarto grado, el objetivo es que el estudiante comprenda que, como hijos de Dios, tenemos la responsabilidad de continuar su obra en la tierra, cuidando de la creación, ayudando a los demás y viviendo según sus enseñanzas. Al final del texto hallará el botón descargar PDF, donde, además de la clase, encontrará actividades para evaluar lo aprendido.
LA OBRA DE DIOS DEBE CONTINUAR
Continuar la obra de Dios significa ser agentes de amor, paz y justicia en nuestro entorno. En la Biblia encontramos como ejemplo a Saulo de Tarso, un hombre que cambió una vida llena de malos actos, por una vida llena de amor al prójimo.
La historia del apóstol Pablo
El apóstol Pablo, originalmente conocido como Saulo de Tarso, desempeñó un papel fundamental en la continuación de la obra de Dios, pero ni fue desde el principio. Saulo era muy estudioso y conocía mucho sobre las leyes y tradiciones de su pueblo. Sin embargo, no le gustaban los seguidores de Jesús y hacía cosas malas para detenerlos.
Un día, Saulo decidió viajar a una ciudad llamada Damasco para buscar a más seguidores de Jesús y llevarlos a la cárcel. Mientras iba por el camino, una luz muy brillante apareció de repente y lo rodeó. Saulo cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Asustado, Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?”. La voz respondió: “Soy Jesús, a quien tú persigues”.
Después de este encuentro, Saulo quedó ciego y sus compañeros lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí, durante tres días, no pudo ver, ni comió ni bebió nada. Mientras tanto, Jesús habló en una visión a un discípulo llamado Ananías y le pidió que fuera a ver a Saulo.
Aunque Ananías tenía miedo porque sabía que Saulo perseguía a los cristianos, obedeció. Fue a donde estaba Saulo, puso sus manos sobre él y le dijo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo”. Al instante, algo como escamas cayó de los ojos de Saulo, y pudo ver de nuevo. Entonces, fue bautizado y comenzó a comer para recuperar sus fuerzas. Saulo, ahora conocido como Pablo, se convirtió en uno de los más grandes mensajeros de Jesús, viajando a muchos lugares para compartir las buenas noticias del amor de Dios. Tuvo un papel importante en la conformación del Nuevo Testamento, además escribió un versículo muy conocido: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, reflejando su fe inquebrantable, que no perdió incluso en los momentos difíciles por lo que pasó durante su misión.
La vida de Pablo es un testimonio poderoso de transformación, dedicación y amor por el prójimo, sirviendo como ejemplo para todos aquellos que buscan continuar la obra de Dios en el mundo.

Fuentes:
La Santa Biblia, Hechos 8 - 9
Escuela Bíblica: La formación del apóstol Pablo Biblio Online: La historia del apóstol Pablo (Saulo de Tarso)
Trueway Kids (Youtube): Saulo se convierte en Pablo